Hoy, todo presentaba un aire meditabundo. La lluvia había caído constante durante la mayor parte del día. Sin parar, sin perder ritmo. Todas las personas mostraban las mismas fotografías. El paisaje tras las gotas de lluvia que acariciaban las ventanas. La realidad parecía más clara que nunca.

Arranca de una maldita vez los plásticos protectores de tu móvil, de tu reproductor de música y de tu tablet. Penden de un hilo y cualquier día se terminarán por caer. Pero deberías hacerlo tú. Lo sabes. Hay toda una afirmación de tu ser cuando quitas un plástico protector. Presentas batalla a la vida. Expones esos aparatos a golpes y arañazos. Duele cuando se dañan, qué duda cabe. Pero esos aparatos electrónicos siguen funcionando aunque tengan un poco arañada la pantalla y las esquinas desgastadas. Son duros de pelar y siempre podrás comprar otros y otros. Quitar los plásticos es cosa de valientes y estúpidos.